jueves, 26 de noviembre de 2009

Correciones capítulo 5

Memoria Ejecutiva

La memoria ejecutiva tiene redes que están organizadas de una manera jerárquica al igual que perceptual, pero estas se localizan en la corteza frontal. Las redes de la memoria ejecutiva se van a consolidar por los medios de la repetición, ensayo y práctica. Estos medios forman los llamados esquemas de acción. Estos esquemas se construyen con símbolos de acción, que equivalen a símbolos preceptúales en la corteza posterior. A esta memoria también se le llama memoria de las estructuras de acción aprendidas.
Por medio de los estudios fenomenológicos de pacientes con lesiones en el lóbulo frontal, se ha podido apreciar el papel de tal corteza como un lugar de la memoria ejecutiva o de la motora. Verdaderamente, el “planning deficit" es uno de los síntomas universales del daño frontal. Como su mismo nombre lo indica, consiste en un déficit de la memoria de secuencias pasadas de la conducta o de la capacidad para representar acciones futuras (es decir, en un déficit de la memoria del futuro o memoria prospectiva). En total, es un desorden de las representaciones de secuencias realizadas y de lo que ha sido determinado por esquemas de acción.
Para profundizar un poco más, un déficit en la memoria del futuro o de memoria perspectiva, como ya hemos mencionado, es un desorden en la representación de secuencias ejecutivas y de lo que designamos como esquemas de acción. El déficit para planear es un síntoma de lesión frontal. Debido al descuido en la metodología, no se le da importancia a la corteza del lóbulo frontal como un sustrato neuronal para la representación. Es decir, como uno de los lugares de memoria a corto plazo o de trabajo. Al ascender esa jerarquía frontal hipotética encontramos el adjetivo motor incrementalmente inadecuado. En vista de la heterogeneidad de los esquemas de acción representados en cortezas frontales más altas, el término ejecutivo parece más apropiado para la jerarquía frontal total.
Con la práctica, los elementos comunes de muchas acciones generan dolores exagerados alcanzando las redes que abstraen las características comunes en la forma de esquemas de acción. Los esquemas de acción constituyen los símbolos, el equivalente de símbolos perceptuales en la jerarquía posterior de la corteza. En agregación, constituyen un tipo de memoria semántica ejecutiva. Más lejos de la abstracción, por dispersión y convergencia de información ejecutiva se llega a más redes frontales globales representando conceptos generales de acción.
Cualquier memoria ejecutiva con algún nivel de complejidad es esencialmente heterarchichal, en el que contiene redes de diferentes jerarquías o ranks que en algún momento se traslapan unos con otros. El contenido de la memoria ejecutiva, como eses de la memoria perceptual, son diferencialmente vulnerables a la lesión cortical.
Nos hemos referido a los aspectos de procedimiento en la memoria ejecutiva, el tipo de memoria que es comúnmente llamada memoria procedimental. La memoria procedimental es la que se encargada de las estructuras aprendidas de la acción. Mientras que la memoria autobiográfica, es la de las acciones pasadas. Las cuales son codificadas asociadamente con la corteza posterior, en donde las percepciones se relacionan con dichas acciones por medio de mapas espaciales. Incluso, se vinculan con el reloj y el calendario. Después de ser formados, las secuencias de comportamiento pueden también ser parte de la memoria perceptual y de la red neumónica de la corteza posterior.
Quizá con la ayuda de los inputs de otras regiones corticales y del sistema límbico, la corteza prefrontal lateral logra formar, con sus propias redes, lo que representa la futura acción. La capacidad para representar una buena variedad de nuevas acciones está vinculada con el desarrollo filogénico y con las dimensiones de dicha corteza en el cerebro humano. Es por buenas razones que la corteza pre-frontal ha sido llamada ejecutiva del cerebro y el órgano de la creatividad. Por las mismas razones, la corteza pre-frontal ha sido denominada a jugar un papel crucial en la inteligencia.


Recuperación de la memoria

La recuperación de la memoria se refiere a la reactivación del la red que la representa. Se puede decir que todas las formas de recuperación, por muy diferentes que sean, consisten en este proceso que, según su patrón de conexiones, va a definir y sostener la memoria. El proceso puede diferir en grados de conciencia tanto en términos cognitivos como en términos neurales.
También, su carácter asociativo permite que una red se active a través de la activación de sus componentes asociados. Entonces, la memoria puede ser inducida por estímulos internos, externos y por las condiciones del organismo. Aquí, la conciencia juega un papel importante porque está vinculado a búsquedas de memoria, atención y memoria de trabajo. Sin embargo a nivel inconsciente ocurren otros procesos como la percepción. Ésta es una operación esencialmente del reconocimiento de la memoria anteriormente establecida con el resultado de la categorización del mundo que nos rodea. Esto se da de forma inconsciente.

En cuanto a la fuerza de una memoria para poder ser recordada se puede decir que mientras más fuerte es la red cognitiva donde se almacena, más grande va a ser su fuerza sináptica, por ende su accesibilidad va a ser mayor. Por ejemplo, las amnesias pueden ser causadas ya sea por la debilitación de de las redes o por un desorden en los mecanismos de recuperación. Puede ser en estos casos de golpes o traumas que, luego, la memoria poco a poco vaya siendo más accesible. De esa forma se puede reconocer que las redes de memoria formadas antes y después del accidente estuvieron presentes todo el tiempo pero fueron inaccesibles en ese momento.
Las memorias también pueden resultar inaccesibles por razones psicogénicas. Mecanismos de defensa como la represión pueden causar que memorias con connotación emocional se vuelvan inalcanzables. Lo contrario también pude ocurrir; algún material puede ser recuperado constantemente hacia el estado consciente por razones patológicas.

No todo el contenido de la memoria es recuperable equitativamente. Esto se da porque ésta está almacenada de una forma jerárquica donde cada nivel tiene un grado diferente de consolidación. La consolidación va a depender de la práctica, ensayo y atención. Asimismo la recuperación de las memorias se va a dar de una manera más fácil a traces del reconocimiento que del recuerdo. Esto sucede porque en el reconocimiento los estímulos son más y en el recuerdo éstos son directos y forzados. De cualquier manera los estímulos son los encargados de activar la memoria a través de sus lazos asociativos.

Gracias a muchos estudios se ha concluido en que el hipocampo tiene una estrecha relación con la recuperación consciente de la memoria, como la memoria declarativa. Sus conexiones recíprocas con la neocorteza le permiten lograr estos procesos. Así como se ha establecido anteriormente, la memoria “nueva” está formada en base a la memoria “vieja”. Entonces, para que esto suceda, se debe recuperar la anterior. Aquí es donde el hipocampo juega un papel importante porque se encarga de recuperar la memoria en la cual las más recientes van a ser almacenadas.
Existen tres tipos de input que pueden activar las redes corticales de la memoria, aunque todos conjuntamente para recuperar cualquier memoria:
a) Estímulo sensorial: Este tipo de activación se da gracias a que el estimulo has sido asociado previamente con otros a la hora de la formación de la memoria. En la corteza somato-sensorial se ha encontrado que las células reaccionan de manera similar a dos o más estímulos que se han presentado simultáneamente.

Estos estímulos son caracterizados por una intercambiabilidad porque uno puede sustituir a otro en el proceso de la recuperación de memoria, siempre y cuando sea similar o perteneciente a la misma categoría. Esta capacidad es resultado de estructura asociativa de las redes de la memoria y de que durante la percepción, los estímulos pueden acceder a diferentes niveles jerárquicos.
Esto implica que las recuperaciones basadas en asociaciones tienen lugar en varios niveles de la jerarquía perceptual y ejecutiva. Los niveles están unidos por conexiones colaterales. A través de estos, inputs sensoriales que llegan a cierto nivel pueden también activar un contendido de memoria asociada en el mismo nivel y así sucesivamente hasta que incluso se activen otros niveles.

b) Inputs de otras redes de memoria: Una red previamente activada puede servir de recuperadora de otra red a través de los enlaces conectivos que los asocian. Lo que resulta de este proceso sucesivo es la propagación de la excitación en varias redes. De la misma manera, redes que estaban ya activas se pueden volver inactivas. En otras palabras, cualquier estímulo puede desencadenar una ola de activaciones asociativas en cualquier parte de la corteza.
c) Inputs provenientes del interior del organismo (sistema límbico): En cualquier respuesta que se derive de este tipo de estímulos interfieren el diencéfalo y el tronco cerebral inferior. su influencia es transmitida por el sistema límbico para llegar a áreas corticales, donde modulan la actividad de redes de memoria. Este tipo de inputs normalmente se asocian a inputs del exterior para crear un condicionamiento del estado del cuerpo, tanto emocional como visceral, en relación a las situaciones externas. De aquí surgen reacciones de comportamiento. cuando hablamos de la memoria emocional nos estamos refiriendo a los antes mencionados inputs emocionales, aquellos asociados con los estímulos externos y a la red que los relaciona. Estos ayudan a la adaptación al medio ambiente y al orden social.

Algunas patologías conocidas sobre la memoria emocional son: a) falsa memoria y b) recuperación incontrolada de memoria perceptual o motora. La primera se refiere a la distorsión de la memoria generada por alteraciones en las recreaciones de eventos pasados o de memoria de largo plazo. Se llega a confundir la realidad de la fantasía. La segunda se ve caracterizada por la ansiedad insoportable causada por representaciones perceptuales que se entrometen repetidamente en la consciencia. algunos ejemplos son el desorden obsesivo-compulsivo (memoria perceptual) y el síndrome de Tourette’s (memoria motora).
Según lo que hemos visto hasta ahora la recuperación de la memoria se puede dar conscientemente, sin embargo no nos damos cuenta de la mayoría de lo que percibimos a lo largo de nuestras vidas. Por eso, la mayor parte de lo que recuperamos sucede de forma implícita. No obstante la distinción fenomenológica entre la memoria implícita y explícita es artificial; en términos neurales se puede decir que la diferencia básica es la consolidación, fuerza de conexión y el estado de activación de ambas.

Es importante mencionar la “anteposición” o priming como parte de una facilitación de la recuperación de una memoria gracias a una exposición previa a un estímulo que puede ser desconocido para que más adelante pueda ser reconocido con más rapidez y facilidad. Este término no puede ser considerado como un sistema de memoria, pero sí puede ser parte importante como una influencia del nivel subliminal de la conciencia.
La memoria ejecutiva se rescata de la misma manera que la perceptual. Este proceso podría ser jerárquico porque de la misma manera éste tiene niveles motores, premotores y prefrontales. Las redes recuperadas por asociación pueden representar actos motores específicos, programas de comportamiento, esquemas de acción y conceptos de acción. Sin embargo, el problema de que si la corteza es la encargada de recuperar la memoria o de simplemente asistir la función ejecutiva de integración y organización de la información ejecutiva queda poco claro.
La organización de la conducta requiere de una continua activación de redes de memoria ejecutiva. Para que esto suceda debe haber una interacción funcional de un ciclo entre el organismo y su ambiente. La información que fluye en este ciclo incluye una retroalimentación de los efectos que acción previa sobre el ambiente. Así, se forma una meta de acción en la que las redes entran en un ciclo de percepción- acción donde la actividad se vuelve ordenada y distribuida en la corteza.

Para concluir, es importante mencionar una característica de la memoria como un episodio de nuestras vidas. A ésta se le llama temporalidad de la memoria episódica. Sus dos aspectos son los de: a) marco temporal en el cual el episodio recordado ocurrió, es decir la asociación con una edad cronológica y b) el orden temporal de los eventos que constituyeron el episodio. Ahora, la base neural de este orden no se conoce. Sin embargo, se puede suponer que mientras se recuerda un episodio, las cogniciones que lo componen son activadas en el orden en el que ocurrieron. Entonces se pueden estimar los componentes de una red de memoria vasta y el orden de activación del los mismos. Al final se puede decir que la corteza cerebral se considera una red que es capaz de almacenar memoria cognitiva de cualquier tipo con una especificidad compleja de representación. Esto se debe a que las neuronas están interconectadas en su mayoría y que su fuerza de conexiones tiende a variar entre ellas. La riqueza anatómica y conectiva de la corteza le permite una gran cantidad de procesos como la memoria, reconocimiento, la búsqueda de una meta de comportamiento, entre otros.

domingo, 22 de noviembre de 2009

Toma de decisiones

Antes de incursionarse en la neurociencia para explicar la toma de decisiones, se debe tomar en cuenta las siguientes evidencias. A) El ser humano no es el único ser que puede tomar decisiones. B) Existen decisiones que no son necesariamente racionales o conscientes. C) Algunas decisiones están basadas en la memoria implícita.

Desde el punto de vista biológico, decidir actuar está relacionado con las funciones ejecutivas del individuo, y por ende ésta es definida como función del lóbulo frontal. Entonces, este lóbulo pude ser tomado como el nivel más alto jerárquicamente hablando en la toma de decisiones, porque provee los antecedentes a la decisión.

Para ahondar en el tema de la base neural de esta función se debe tomar en cuenta también dos restricciones de teoría; la de la función ejecutiva frontal y la de los imputs neurales en el lóbulo frontal.

William James propuso que el comportamiento es precedido por una selección de estímulos, es decir, antes de decidir comportarse de cierta manera, debe existir un procesamiento de estímulos sensoriales, en otras palabras percepción. También introduce la idea de que existe una toma de decisión en cualquier nivel neuronal en la integración motora y sensorial. Asimismo, Begleiter y Porjez descubrieron que el rol de la percepción en el procesamiento de la acción es importante dentro de la toma de la decisión porque, a través de experimentos, probaron que los potenciales cerebrales podían variar según la respuesta motora que el sujeto decidiera manifestar hacia el mismo estímulo. Entonces, se puede decir que algunas decisiones son iniciadas en la fase perceptual del ciclo de acción- percepción, sin que las señales de éste lleguen la corteza ejecutiva.

Por otro lado, existen otras fuentes de las cuales también puede surgir una elección. Éstas pueden ser: los valores estéticos, sociales y estéticos; razonamiento; influencias sociales y emocionales y la habilidad de identificar las intenciones y estados mentales de otros.

Más adelante en el proceso, una vez que la decisión ya fue tomada, es importante cuestionarse cómo esta acción consecuente es iniciada dentro del cerebro. Para responder a este cuestionamiento se debe tomar en cuenta la voluntad y se debe asumir que ésta tiene una locación neuronal (lóbulo frontal) en donde las decisiones son tomadas y llevadas a cabo. Esta teoría no puede ser evidenciada, sin embargo existen hechos empíricos que la apoyan la idea de que allí se inicia todo movimiento voluntario.

No obstante, esta idea no toma en cuenta que esta estructura está interconectada con muchas otras estructuras de las cuales recibe inputs que le proveen de información sobre el estado interno del cuerpo, del entorno del organismo y de otras partes de la corteza ( memoria, razonamiento, lenguaje, valores). Todo esto jugando un papel importante en la toma de decisión. A estos inputs la corteza frontal responde con outputs inhibitorios que permiten la atención y el control del influjo de inputs de parte de otras estructuras así permitiendo la modulación de la motivación.

Entonces se puede concluir en que la corteza frontal si tiene un papel importante en la toma de decisiones y en la continuación de su curso ya que éste recibe influencias del resto del organismo, las cuales algunas compiten y son seleccionadas para mantenerse bajo la atención ejecutiva. Asimismo, la acción voluntaria es el resultado de cogniciones ejecutivas codificadas en la corteza.

viernes, 20 de noviembre de 2009

cap. 8 inteligencia

Por encima de las cinco funciones cognitivas consideradas en este resumen, la inteligencia es la más compleja y la más difícil de definir. La complejidad se deriva de las relaciones cercanas entre la inteligencia y las otras cuatro funciones. Las cuatro contribuyen a la inteligencia, dependiendo de la circunstancia individual.

8.1 Desarrollo de la Inteligencia

La inteligencia humana es la culminación de la evolución de los mecanismos cerebrales dedicados a la adaptación del organismo a su ambiente.

Si la inteligencia es el proceso de información cognitiva hacia un comportamiento cognoscitivo, el grado de inteligencia es eficiente en cuanto a la información que procese. Eficiencia se refiere a la habilidad para usar significados disponibles incluyendo conocimiento previo.

El logro es fundamentalmente genético, en el lenguaje y comportamiento inteligente, son analizadas las expresiones innatas de tendencias al crecimiento continuo.

De acuerdo a Piaget, el intelecto del niño pasa por cuatro estados de desarrollo. El primero entre el nacimiento a los dos años de edad, el estado sensorio motor. El niño aprende a integrar sensaciones y movimientos complejos, empieza a realizar un esquema entre la integración sensorio motriz.

La segunda etapa de los dos años a los siete, es la etapa representacional, en la que el niño se extiende al uso del simbolismo para el dominio verbal, y así representar el mundo externo. También la manipulación del objeto, regulado por la retroalimentación y por ensayo y error. La retroalimentación incluye el lenguaje utilizado por otras personas.

La tercera etapa, desde los siete años hasta los once se enfoca en operaciones concretas. Con ellas el niño se vuelve más independiente y capaz de organizar los significados, incluidos los del lenguaje, hacia sus metas.

La cuarta etapa, desde los once hasta los quince, es la etapa de operaciones formales, utilizando razonamiento hipotético y pruebas alternativas. La lógica tanto inductiva como la deductiva florece. El niño se vuelve temporalmente capaz de integrar información, y así, capaz de construir gestalts temporales de pensamiento lógico y acciones hacia distintas metas. El lenguaje se convierte en algo esencial para la formulación de preposiciones y en la construcción de esos gestalts dirigidos hacia metas.

Hay evidencia de que los niños pueden razonar con números a edades más tempranas de las que Piaget impuso.

En cada etapa de desarrollo intelectual, parecería que en un nivel más alto el ciclo de percepción activo ha sido puesto en juego. La participación del ciclo en diferentes etapas depende de la maduración estructural de sus áreas. Las operaciones sensorio motrices de la integración en la primera etapa, están apoyadas por las estructuras corticales, así como también las cortices sensorio motrices.

8.2 Anatomía de la Inteligencia

Como cualquier otra función cognitiva, la inteligencia tiene ambas anatomías, estructurales y funcionales. La primera consiste en la base del conocimiento del individuo, eso es, la agregación de cogniciones corticales adquiridos por la experiencia. La segunda consiste en las cogniciones corticales que a un debido tiempo procesan el conocimiento en las actividades intelectuales.

Los científicos cognitivos propusieron una muy útil clasificación de las formas de desempeño intelectual, las cuales son:

1) Inteligencia Analítica, basada en el razonamiento.

2) Inteligencia Práctica, basada en la habilidad de resolver problemas, adquirida por la experiencia.

3) Inteligencia Creativa, basada en concebir la imaginación y la intuición.

Solamente las primeras dos, inteligencias analítica y práctica, se prestan para ser medidas en una prueba de inteligencia.

Desde 1905, cuando Binet pasó su famoso examen para los niños franceses escolares, una variedad de instrumentos psicométricos habían sido desarrollados para medir la inteligencia. La mayoría de ellos intentaban medir la inteligencia en referencia a escalas estandarizadas de la edad mental de las personas.

Algunas pruebas miden principalmente el razonamiento y otras soluciones de problemas. También la inteligencia verbal y el desempeño. Muchos intentos se han hecho para extraer un factor común que puede servir como medida de una inteligencia general. El facto G, puede ser derivado por un factor de análisis de muchos tests en uso.

La atención es la función cognitiva más crítica para el desempeño intelectual.

8.3 Razonamiento

Para empezar se puede definir razonamiento como la formación de nuevo conocimiento, nuevas cogniciones, inferencias a partir de conocimiento pasado y información sensorial reciente. Para que esto suceda, debe haber pensamiento lógico tanto inductivo como deductivo y operaciones cognitivas.

Existen dos formas de procesamiento descritas por dos metodologías, una es simbólica y predicada en la formalización lingüística y la otra es conexionista que se basa en el procesamiento espontáneo de información a través de redes cognitivas pre-establecidas. Ambas son compatibles y trabajan juntas. La construcción del lenguaje se apoya en las redes yuxtapuestas léxicas y cognitivas y viceversa.

Según los modelos simbólicos hay un agente en el procesamiento ejecutivo que es el que controla las etapas sucesivas del procesamiento de símbolos o palabras. También hay unas reglas pre-establecidas que regulan este proceso. Por otro lado, en los conexionistas no se encuentra nada de esto. Aquí el conocimiento se distribuye en redes cognitivas que procesan el razonamiento en paralelo.

La forma más simple de razonamiento es el razonamiento reflexivo. Este es cuando se sacan inferencias rápidas, automáticas y sin esfuerzo en cogniciones inferiores de la organización cortical. Aquí no hay necesidad de retroalimentación inhibitoria. Con la ayuda de conocimiento guardado previamente sin estar consciente. Como no se sabe cómo funciona esto a nivel cerebral, Shastri y Ajjanagadde crearon un modelo conexionista pero proposicional o simbólico en ciertos aspectos. Aquí el razonamiento es la propagación rítmica de patrones de actividad en el cerebro. Cada patrón representa un ítem de conocimiento. El razonamiento lo que hace es unir estos patrones a patrones que se representan en la memoria de largo plazo. Aquí la unión se refiere a la activación selectiva de redes neurales gracias a asociaciones previas que representan cosas. La diferencia de este modelo con el de Fuster es que el segundo, la información está codificada en la arquitectura intrínseca de las redes. Es decir, por patrones espaciales en el cerebro.

Johnson-Laird propuso un punto de vista del razonamiento deductivo el cual funciona también de cogniciones que representan la realidad. Entonces, el dice que este tipo de razonamiento se hace a través de la construcción de varios modelos mentales de la realidad. También se puede decir que ésta es concebida como un proceso integrativo a nivel superior en el ciclo de percepción-acción. Esta es no verbal y no proposicional. La mente humana prueba varios modelos hasta que encuentre uno que se asemeje lo más posible a la realidad hasta escoger una cosa. A todo esto, las inferencias lógicas se alcanzan después de esta identificación de cogniciones con la realidad.

A través de estudios se obtuvo nueva evidencia sobre el rol de áreas del lenguaje dentro del razonamiento deductivo. Los resultados indicaron que existe una íntima co-existencia en las áreas corticales del lenguaje y del razonamiento deductivo. También se encontró que las áreas del lenguaje se activaban en vez de las áreas de procesamiento espacial cuando sucedía un razonamiento espacial. Asimismo se descubrió que el razonamiento no espacial y espacial comparten el mismo substrato cortical. Cabe mencionar que otros estudios demuestran el rol de la inhibición dentro del razonamiento siendo estos los que permiten el rechazo de alternativas en el proceso de deducción.

8.4 Resolución de problemas

La inducción es definida como el proceso por el que se concluye que lo que es verdadero de ciertos individuos es verdadero de una clase, que lo que es verdadero de una parte es verdadero de un todo o lo que es verdadero de ciertos tiempos será verdadero de circunstancias similares siempre.

Como se dijo anteriormente el razonamiento inductivo y deductivo, se entrelazan y utilizan el mismo substrato cortical. Entre estas dos formas de razonamiento reflexivo, el que más empleamos es el inductivo que juega un papel importante en la resolución de problemas. Éste se diferencia del deductivo en que el inductivo busca sacar inferencias plausibles de observaciones actuales y de conocimientos pre-existentes. Además estima la probabilidad de las mismas. Mientras que el deductivo buscar sacar y verificar inferencias lógicas válidas de premisas.

La inteligencia práctica está basada en argumentos inductivos dirigidos a solucionar un problema que provienen de similitudes y concluye en razonamiento analógico. Este último abarca las relaciones entre estímulos, objetos y eventos de forma análoga en donde el razonador crea mapas analógicos de los patrones de relación (cogniciones abstractas) entre estos y su complejidad depende del número de relaciones que hay entre ellos.

Existe una neurociencia de representaciones corticales y operaciones que apoyan el razonamiento para la resolución de problemas. Estas representaciones consisten en cogniciones de conocimiento establecido así como información sensorial actual y reciente. Las operaciones consisten en transacciones neurales, dentro y entre, esas cogniciones que son resultado de mecanismos excitatorios e inhibitorios en redes corticales. Las cogniciones funcionales (memoria, percepción, atención y integración de contingencias condicionales) en estas redes conducen a la resolución de problemas. Es importante mencionar que el tiempo y la complejidad son variables que juegan un papel importante en el proceso de razonamiento y en las funciones neurales durante este proceso.

Varios estudios de la neuroimagen funcional en la resolución de problemas proveen información valiosa acerca de la topografía cortical de las cogniciones y de las operaciones neurales que se encuentran detrás de los procesos de razonamiento que permiten la resolución de problemas. Durante la resolución de problemas, la neuroimagen funcional muestra la activación de grandes partes de la corteza del hemisferio izquierdo, así como también del derecho. Comúnmente son dos áreas las que se activan, una en la corteza posterior y la otra en la corteza frontal. No se puede saber hasta dónde llegan exactamente estas áreas debido a las limitaciones de los métodos de la imaginación y su dificultad en controlar la variabilidad.

Por lo tanto, la resolución de problemas activa aunque sea una región de la corteza posterior encargada de la representación y el procesamiento de material cognitivo particular que el individuo debe usar para obtener una solución correcta del problema. Asimismo también se activa la corteza pre-frontal ya que la solución del problema depende de la activación de redes cognitivas en ésta. La participación cortical pre-frontal está relacionada con la cantidad de esfuerzo que el individuo debe dedicar a la solución del problema. Algunos estudios de neuroimagen demuestran que tres regiones pre-prefrontales parecen activarse por la representación de varias tareas:

Región anterior cingulada: activada por todas las tareas que requieren esfuerzo de atención alto.

Región lateral: relacionada con la memoria de trabajo y tareas retrasadas.

Región orbital: Su activación está asociada con la inhibición de cogniciones posteriores que interfiere con la solución correcta del problema.

Entonces, la corteza pre-frontal parece abrirse y cerrarse, según el espacio de trabajo disponible para la solución de problemas.

8.6 Inteligencia Creativa

Entre los 6 y los 16 años de edad, la inteligencia pasa por un cambio drástico que se da porque la inteligencia se aparta de las sensaciones. Este cambio provoca que la mente se desarrolle de tal forma que comienza a dirigirse por sí misma. El desarrollo del lenguaje es un factor muy importante para que se lleve a cabo este cambio que da lugar a la inteligencia creativa.

La inteligencia creativa es fundamental para la generación de ventajas competitivas sostenibles. Es la habilidad para generar e implantar ideas que agreguen valor significativo a la vida. Es decir, es la capacidad para innovar: crear nuevas ideas y tomar el riesgo de implantarlas, o sea tener la capacidad de inventar el futuro.

La inteligencia creativa en sí misma un proceso que engloba toda la personalidad del individuo porque se va formando a lo largo de la vida, por lo que puede ser entrenada. Al igual que la condición física se parte de un nivel de bajo rendimiento, pero con dirección y práctica se puede mejorar.

Esta inteligencia tiene cuatro componentes:

· Fluidez: La rapidez y facilidad con la que se generan ideas nuevas y creativas.

· Flexibilidad: La habilidad para ver las cosas desde puntos de vista distintos, de considerarlas desde perspectivas opuestas entre sí, de convertir conceptos obsoletos en nuevos y de rechazar ideas preconcebidas. Incluye la participación de los 5 sentidos en la generación de ideas.

· Originalidad: El corazón del pensamiento creativo y es la habilidad para producir ideas únicas, originales, fuera de la norma, que agreguen alto valor.

· Capacidad de expandir ideas: Habilidad para generar asociaciones que permitan expandir las ideas base y aumentar y enriquecer su valor.La búsqueda de metas es una habilidad que se implementa con proyectos y planes, totalmente autónomos de la inteligencia enfocados en el futuro, sin embargo cimentado en el pasado y el presente.

Las cogniciones creativas nacen principalmente del pensamiento divergente. Crear, en contexto presente, significa hacer nuevas cogniciones a partir de anteriores.

Existen tres entradas neurales que activan las redes corticales, son las mismas que convergen en la corteza frontal para la toma de decisiones, estas son:

· Entradas de las formaciones del mesencéfalo y del sistema límbico.

· Entradas de otras redes corticales.

· Entradas del sistema sensitivo.

El reclutamiento creativo de cogniciones, toma lugar bajo un control pre-frontal, cuando se integran y se organizan las nuevas cogniciones ejecutivas. Esas cogniciones son estructuras que apuntan a las metas de acción. La corteza pre-frontal es el genio creativo que imparte complejidad y armonía a la estructura de la red.