lunes, 5 de octubre de 2009

8. Consecuencias Filosóficas

1. Experiencia pre-sensorial y empirismo puro

Según la explicación que hemos detallado sobre el aparato clasificador surgen algunas cuestiones filosóficas que mencionaremos en este capítulo que aparecen en la falta de significado de hipótesis como el núcleo puro de las sensaciones.

Así como hemos dicho a lo largo del libro, la comprensión del mundo fenoménico se da gracias a la relación entre las percepciones sensoriales de cualidades dadas de las operaciones que se desarrollan a partir de estos datos.

Las cualidades sensoriales no se dan por os atributos que poseen en sí los acontecimientos si no resultan debido a los procesos de diferenciación, eslabonamientos y también de la experiencia pasada. Entonces se puede decir que la experiencia precede a las sensaciones y percepciones y que la consciencia y la mente son producto de la experiencia.

Los atributos de los acontecimientos del mundo representan el significado que el organismo ha aprendido a atribuir a cierto tipo de acontecimientos a partir de sucesos (experiencia) pasados. El problema de la relación entre la experiencia y el conocimiento surge de a partir la experiencia pre-sensorial consciente que determina la experiencia sensorial consciente, lo cual se da únicamente en el orden de las cualidades sensoriales y no en otro. Entonces la experiencia sensorial presupone la existencia de algún tipo de conocimiento acumulado y éste, como conocimiento, está basado como experiencia pre-sensorial. John Locke no justifica la conclusión de que todo lo que sabemos está sujeto a la confirmación por la experiencia sensorial.

Lo que podemos conocer del mundo externo es por el medio (aparato de clasificación) no por la experiencia sensorial. Los atributos cualitativos que se experimentan conscientemente están determinados inconscientemente por que están implícitos en las distinciones cualitativas (las categorías). Así pues el mundo que conocemos a través de los sentidos no es necesariamente equivalente al mundo físico y el aparato de clasificación influye siempre en la percepción sensorial.

Como la experiencia está basada en generalizaciones de acontecimientos puede ser a veces falso. Entonces se debe revisar y reclasificar las relaciones entre las clases del esquema porque los eslabonamientos pasados dejan de ser válidos. Cuando hay nuevas experiencias o cuando las clasificaciones se ven frustradas es necesaria la reclasificación que consiste en la demolición de clases formadas implícitamente y sustituidas por nuevas basadas explícitamente. Se puede decir también que es una modificación de lo que es verdadero a priori porque es un esquema de referencia.

Hasta ahorita hemos hablado de lo modificable del esquema pero en cada nivel hay una parte donde nuestro conocimiento no puede ser controlado ni cambiado ya que es mejor el principio ordenador. Al ocurrir esto, aumenta el área de nuestro conocimiento que está contenido en la definición de los elementos que por lo tanto es necesariamente cierto pero disminuye el conocimiento que está sujeto al control de la experiencia. Y esto es producto de la reordenación de nuestra clasificación de elementos con el fin de que sean enunciados verdaderos.

De esto pueden surgir dos opciones:

· Aceptar la clasificación hecha por nuestros sentidos por lo que no somos capaces de predecir correctamente el comportamiento de los objetos.

· Redefinir los objetos sobre la base de las diferencias observadas en su comportamiento recíproco.

Esto dará resultado a que las clasificaciones sean verdaderas y será más difícil establecer a cual de nuestras clases teóricas pertenece un determinado objeto sensorial.

A medida que se reclasifica el esquema, se toman en cuenta las relaciones entre los objetos y los objetos que se observan en la realidad (presentes y pasados) así como también las relaciones entre términos hipotéticos.

El sistema de definiciones explícitas se vuelve omnicomprehensivo, es decir, todos los elementos del universo se definen mediante sus relaciones con el resto. Cuando se utilizan las definiciones explícitas desaparecen las cualidades sensoriales, por lo tanto, se ven empujados en un segundo plano. Es difícil comprobar la correspondencia entre cualquier acontecimiento concreto con nuestro modelo.

La ciencia tiende a un estado final en el cual el conocimiento se contiene en las definiciones de los objetos de la ésta y en el que todos los enunciados son verdaderos y analíticos y no pueden ser refutados por ninguna experiencia. Este sistema constituye un modelo del mundo que sirve para deducir qué tipos de acontecimientos y cuáles no. Sin embargo, no servirá para identificar con seguridad un objeto sensorial concreto con una parte concreta de nuestro modelo o predecir el comportamiento con certeza el comportamiento.

Por último, nuestro conocimiento requiere de la experiencia y de elementos previos como las relaciones entre otros elementos. La experiencia sensorial presupone un orden de objetos experimentados que precede a esa experiencia y que no puede ser refutado por ésta, aunque la misma se deba a otras experiencias anteriores.

2. El fenomenismo y la inconstancia de las cualidades sensoriales

Se podría decir que el orden fenoménico construido a través de nuestros sentidos del mundo real no es completamente veraz. Es una simple aproximación del mundo concreto. La ciencia trata de aproximarnos lo más posible a este mismo, a través de una nueva y diferente clasificación. Al suponer la existencia de este mundo fenoménico estamos asumiendo que el conocimiento dentro de éste plantea problemas que solamente pueden aclararse modificando la imagen del mundo que nos da nuestros sentidos. Este es el acercamiento científico al mundo.

Si vemos la ciencia como una descripción, ésta es imposible. Entonces, la ciencia es una búsqueda de nuevas elaboraciones definidas de una manera que describan el comportamiento de sus partes sean universales y verdaderas. Para que esto suceda, las clases no pueden definirse desde un punto de vista objetivo sino en base a su relación con otros acontecimientos individuales. En otras palabras, la finalidad de este proceso es definirlos acontecimientos en cuanto a sus relaciones con el resto, sin referirnos a sus propiedades sensoriales. Esto nos llevaría a una explicación de un sistema tautológico. Si los acontecimientos del mundo externo son definidos en términos sensoriales, no habrían leyes invariables que los rigieran y el mundo fenoménico resultante de esto también seria variable.

Si es verdad que los procesos de clasificación superiores permiten distinguir entre cualidades sensoriales diferentes, el proceso de reclasificación, también afectaría a la distinción de las cualidades sensoriales que son un punto de partida. Esto haría que el mundo fenoménico fuera inconstante y sujeto a un cambio para llegar a una reproducción más fiel del mundo físico.

Tomando en cuenta la experiencia, se puede decir que la explicación del mundo hace que veamos de una forma diferente a éste. Llegamos a conocer leyes de conexión entre los fenómenos y los acontecimientos se presentan de manera diferente. A lo largo de la vida, no se podrán diferenciar mediante la comparación, sensaciones presentes y pasadas.

Hay que aclarar que un estímulo que se muestre de forma irregular en relación a otros acontecimientos, nunca va a poder ser percibido por nuestros sentidos. El hecho de que conozcamos al mundo como ordenado, podría ser un resultado del método en el que percibimos el mundo.

En conclusión esta teoría propone un mundo físico objetivo distinto del que nos ofrecen los sentidos. Hace a un lado, a las sensaciones elementales como constituyentes últimos del mundo.

3. Dualismo y materialismo

Nuestra teoría puede ser considera materialista porque explica las cualidades en base en la actividad de procesos análogos a los acontecimientos que podemos observar en el mundo material.

La teoría dualista supone que cualquier proceso especifico y distinto se debe a la presencia de una correspondiente sustancia, especifica y distinta. El reconocimiento de esa sustancia es una explicación del procedimiento provocado. Este postulado de esencia específica no se acepta explicar el ámbito de la naturaleza. Sin embargo, sí se utiliza para explicar acontecimientos mentales de igual forma que, para explicar fenómenos materiales, se utiliza una esencia o sustancia (hilomorfismo). Entonces, se concibe la mente como una sustancia y nos basamos en lo que sabemos de los fenómenos materiales para explicar atributos de ciertos acontecimientos mentales. Esto es una concepción materialista porque atribuye propiedades de la materia a fenómenos mentales. Aquella teoría que no atribuya a la mente ninguna propiedad que venga de nuestro conocimiento de la materia y que distinga entre orden particular de acontecimientos y orden de acontecimientos del mundo físico es la única no materialista.

El orden mental predomina en una parte segmento concreto del mundo físico y es conocido por nosotros de distinta manera que conocemos aquel que se encuentra alrededor nuestro. Cosas descubiertas de este mundo constituyen un orden parecido del que forma parte nuestra mente. Por lo que somos incapaces del modo en el que el orden concreto que constituye nuestra mente se inserta en aquel orden más amplio y se necesita una reproducción descriptiva de la correspondencia entre modelo y objeto para mostrar el principio general. Esto nos lleva a tomar un punto de vista dualista ante la teoría esbozada ya que no se puede unificar todo nuestro conocimiento (sustituyendo enunciados físicos por mentales). Jamás se podrá salvar la distancia entre orden físico y mental por lo que deberemos adoptar esta visión dualista del mundo.

4. La naturaleza de la explicación

En este apartado se intenta resumir la teoría propuesta de manera que se exponga hasta que punto puede esperarse que ésta explique procesos mentales concretos. Es necesario detallar, lo que se entiende como explicación. La explicación es un punto fundamental ya que es uno de los procesos mentales que la teoría intenta aclarar. La explicación consiste en la creación, en el cerebro, de un modelo de los sucesos complicados que se quieren interpretar.

Sin embargo, la concepción de este modelo creado en el cerebro es a veces independiente relativo al fenómeno que se desea definir y no deja muy claro lo que es un modelo . Lo ideal seria un modelo mecánico que debe su autenticidad al hecho de que las propiedades corresponden al fenómeno que el modelo reproduce. La elaboración de un modelo presupone que tenemos cierto nivel de conocimiento a nuestra disposición y que entendemos estos conceptos independientemente del modelo concreto en el cual empleamos nuestro conocimiento. Como ya se ha explicado, un modelo mecánico supone que las propiedades ya son conocidas. En el caso de un modelo matemático, las propiedades son definidas por medio de funciones que muestran los valores que tomarán en distintas situaciones.

Realmente, el modelo nos es útil únicamente después de haber aprendido a valorar las propiedades que lo forman. La determinación de las cualidades sensoriales basada en la posición en la estructura semipermanente de relaciones es lo que nos proporciona esta valoración. Es la posición del impulso lo que hace que su aparición produzca ciertos impulsos posteriores.

Establecida la determinación de los distintos significados de los impulsos, le sigue una serie de combinaciones de impulsos que producen otras clases de impulsos y así sucesivamente.

En fin, la deducción que se fabrica se reconoce como el efecto de la aparición simultánea de ciertos elementos en una constelación específica. Una vez establecido un modelo con estas características ya podemos deducir de que depende el resultado observado, y de que manera podría cambiar si se modificara cualquiera de los elementos. 5. La explicación del principioLo que sabemos de la explicación hasta este punto es que siempre es genérica y que perpetuamente se refiere a clases de acontecimientos. Solo explica aquellas propiedades que son habituales a los componentes de la clase. Sin embargo, es cierto que una explicación puede tener distintos grados de generalidad o puede aproximarse a una explicación completa de un conjunto de acontecimientos. En general, se comprueba que mientras más simple sea el modelo, más amplia será la escala de fenómenos concretos de los que el mismo reproduce un solo aspecto y viceversa (mientras más complejo el modelo, más se restringe su campo de aplicación). La mayoría de explicaciones muestran un principio común que actúa en un gran número de casos.

La diferencia que existe entre la explicación del principio y una explicación más específica es el grado de generalidad pero en sí ninguna explicación puede ser algo más que una explicación del principio. Podemos tener cierto nivel de entendimiento de conceptos que nos permita elaborar una explicación del principio, una explicación general (que es, que hace etc...) pero para poder crear uno de esos conceptos no es suficiente la explicación del principio, se necesita de una explicación detallada.

Al aumentar la complejidad del modelo, normalmente podemos obtener una replica precisa de cualquier característica peculiar por la que estemos interesados. Otra diferencia que existe entre estos tipos de explicación se refleja en la familiar distinción entre las partes más teóricas y las más aplicadas. Desde luego, no seria permitido hablar de un tipo a menos que conozcamos algunos principios comunes que se aplican a la explicación de los fenómenos de ese tipo.

Es evidente que una clase teórica de fenómenos sólo puede formarse una vez se haya establecido el principio común de aplicación a todos sus miembros. En cambio, las clases empíricas están restringidas a los fenómenos realmente observados.

Hasta el momento, la clase de acontecimientos mentales, ha sido una clase empírica por lo que acabamos de explicar. Se ha intentado explicar el principio por medio de interpretaciones de las características comunes a todos los procesos mentales.

6. Los límites de la explicación

La elaboración de principios para poder llegar a predecir acontecimientos concretos se ve limitada por dificultades prácticas. Cuando existen muchas variables, la mente humana se ve imposibilitada de poder identificar y manipular todas. El cerebro también tiene limitaciones en cuanto a lo que puede lograr a través de la explicación.

Para que se pueda llevar a cabo la explicación deben existir relaciones formales entre el aparato clasificador y los objetos clasificados y, a la vez, el aparato debe tener una estructura más compleja que la del objeto. Por consiguiente, la capacidad de clasificar de cualquier organismo va a poder explicar solamente objetos que tengan una estructura menos compleja que la propia.

Los objetos de la clasificación van a ser explicados basándose únicamente en las propiedades según las cuales se va a clasificar, cualquier cualidad física objetiva tomará un segundo plano. Una clasificación completa es una definición completa sobre lo que nos interesa del objeto. Entonces, la complejidad de un objeto va a depender de la cantidad de categorías n en las que el mismo objeto pude caber. Esta cantidad representa el número máximo de diferencias de las respuestas del aparato entre un objeto y otro. Para que éste pueda diferenciar a los objetos bajo las categorías n, debe ser capaz de distinguir entre un número de clases superior a n. el aparato podrá responder de forma diferente a una cantidad de clases que se obtiene con el teorema: 2^(n+1)

Muchas clases son recíprocamente exclusivas y esto hace que el objeto pueda pertenecer sólo a, por ejemplo, A1, A2, A3 o a B1, B2, B3. Entonces los atributos variables que distinguen a los elementos de A1 de los de A2 y A3 es igual a m y n sería la cantidad de valores que los atributos variables pueden asumir. En este caso, el aparato respondería a n^m. Por lo tanto, la medida del grado de complejidad de un elemento va a ser el número de clases diferentes en las que se pueda colocar el mismo; la medida de complejidad del aparato es el número de clases a las cuales el aparato puede responder de manera distinta. Esta forma de determinar la complejidad también se aplica a la construcción de modelos, la cual difiere a la clasificación de elementos singulares en que éste tiene una gama de de posibles diferencias entre distintas constelaciones de los elementos de un nivel más elevado.

Un aparato que sea capaz de crear modelos de constelaciones diferentes de elementos debe ser complejo porque tiene que mostrar cómo los elementos se comportarán en una determinada situación y también debe representar el modo con el que se comportan. El aparato podrá predecir el comportamiento de cada elemento en situaciones variables.

Del cerebro como aparato de clasificación se puede decir que se ha logrado una explicación del principio según el cual opera, sin embargo no se ha obtenido una explicación de su funcionamiento en ocasiones particulares ni predecir cuáles serán sus resultados. Por otro lado, existe la posibilidad de que, con el conocimiento que se tiene sobre el cerebro, sí podría construirse una máquina que reproduzca la acción del cerebro. Ésta sería construida por la mente humana pero capaz de explicar lo que la mente humana es incapaz de explicar.

Como puede parecer imposible explicar la mente como una totalidad, tal vez sea más fácil sustituir esa explicación por una descripción de una serie de acontecimientos o procesos particulares. Tomando en cuenta que las relaciones entre las estructuras físicas, procesos y hechos mentales trabajan conjuntamente como un todo. De esa manera, cualquier explicación de la mente tendrá referencias a otros procesos mentales. Es decir, un proceso mental puede identificarse con un proceso físico particular cuando éste ocupa una posición idéntica dentro de los acontecimientos mentales y dentro de los acontecimientos físicos en el orden físico del organismo.

7. La división de las ciencias y el libre albedrío

Tanto los cursos mentales individuales como la mente en su conjunto, jamás podrán ser desarrollados totalmente en cuanto a leyes físicas aunque sean producto de principios que participan del mundo físico. Es decir, los fenómenos mentales no son sino causados por procesos objetivos y el empleo de términos mentales.

Así como no se podrá dar una explicación del principio que especifique el orden de los acontecimientos mentales, no podremos hacer una unión-agrupación de todas las ciencias en cuanto a detallar, en términos físicos, lo que las ciencias hacen.

El objeto único de la psicología es la distinción entre el conocimiento del mundo físico y el mental ya que ésta se encarga de explicar el modelo de procesos físicos por los cuales se pueden crear varios mentales. Si se quisiera profundizar más acerca de la explicación del principio se tendría que empezar por lo mental conocido por la experiencia directa.

Las ciencias físicas buscan una explicación de los acontecimientos mentales que no es adecuada. Por lo que se emplea el conocimiento introspectivo (directo) acerca de estos procesos para entender y predecir el efecto de estos bajo determinadas condiciones. De esto se encarga la psicología introspectiva (aquella separada de las ciencias físicas) que iniciará siempre a partir del conocimiento mental directo, lo cual provocará que sea incapaz de distinguir entre lo mental y lo físico. Asimismo no podrá entender por qué se piensa de una forma y no de otra, así como también será incapaz de explicar el conocimiento de uno mismo.

La sociología del conocimiento intenta también explicar los procesos mentales a través de los físicos lo cual es imposible. Lo que se quiere es, entonces, una respuesta análoga a la que quiere la teoría del conocimiento o bien conocida como epistemología.

Todo esto tiene cierta relación con el tema de la polémica del libre albedrío ya que no se puede admitir una acción humana específica como producto necesario de un determinado grupo de circunstancias físicas por lo que mente humana no puede ser reducida a algo más.

Lo más importante para todos aquellos que quieren entender e interpretar la acción humana es que no se puede sustituir lo mental por lo físico. Es por esto que todos los ingenios desarrollados por las ciencias naturales que poseen este propósito, pierden su razón de ser en el estudio de la actividad humana capaz de ser aprehendida por alguna inteligencia. Cabe mencionar que es importante para el estudio de los efectos de la actividad humana el no poder hacer una agrupación completa de todas las ciencias en una ciencia física omnicomprehensiva (que comprehenda todo). La investigación de la ciencia es, naturalmente, un trabajo que nunca termina en donde cualquier avance necesariamente forma nuevas dificultades.

Para tener una correspondencia entre el modelo del mundo físico ya elaborado y el del sensorial ofrecido por los sentidos mismos es necesario demostrar de qué formar, las diferentes partes del primero serán clasificadas por la mente.

Queda claro entonces que la mente es aquello que solamente se puede llegar a conocer por medio de la experiencia directa y de la cual no tendremos la capacidad de explicar o delimitar de forma diferente jamás. Aunque se sepa el origen de los acontecimientos mentales nunca se descifrará realmente a qué eventos del mundo físico corresponde un evento particular del orden mental.

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